Jorge Ramírez Caficultura desde Costa Rica
Comunicaciones Técnicas de Café
Número 14 - Enero 2015
Ramirez Caficultura desde Costa Rica
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¿Es posible la formación de un bosque secundario en la finca cafetalera?
La realidad en muchas fincas cafetaleras es que tengan en la misma unidad productiva, áreas cuyos terrenos por diversas razones no responden bien al cultivo de café, donde las plantas crecen raquíticas y producen muy poco a pesar de la atención que se les pueda brindar, se gastan asimismo recursos adicionales en renovar y mantener estas áreas (nuevas plantas, fertilizantes, plaguicidas, etc), obteniendo por lo general resultados muy poco satisfactorios, donde claramente en estos lugares las plantas nunca alcanzan el promedio en desarrollo y producción del resto de la plantación.
Esta situación puede deberse a diferentes factores, sin embargo, los más comunes tienen que ver con problemas de baja fertilidad del suelo, compactación del terreno, o topografía muy pronunciada. Es en estos sitios donde se puede promover el desarrollo del bosque nativo.
Importancia y beneficios del bosque secundario
En lugares con limitaciones como las indicadas, es mejor no insistir con la actividad cafetalera y más bien fomentar la cobertura boscosa y permitir así la sostenibilidad del medio, protegiendo nacientes de agua, sirviendo de alimento para la fauna, la recuperación de los suelos degradados, el control de la erosión, brindando servicios ambientales como la captura de dióxido de carbono y promoviendo la belleza escénica.
Además de los beneficios ecológicos que este tipo de bosque pueda generar como ecosistema, existen bienes tangibles que el caficultor puede obtener; dentro de los más importantes y que son a corto plazo, destaca el pago de servicios ambientales, la obtención de certificaciones, y a largo plazo, otros beneficios adicionales como madera y los productos no maderables del bosque tales como bejucos (lianas), medicinales, etc.
Formación del bosque secundario
El bosque secundario se define como un ecosistema con predominio de vegetación leñosa que puede presentar diferentes estadíos de sucesión que se desarrolla una vez que la vegetación original ha sido eliminada por actividades naturales y/o fenómenos naturales.
Primeras etapas de la formación del Bosque Secundario.
En los sitios destinados para la formación del bosque secundario, se debe cesar toda actividad agrícola, entonces el sitio comienza a ser invadido por plantas herbáceas, bejucos y arbustos, dominan las especies sin valor comercial, pero sí de alto valor ecológico como facilitador de procesos posteriores.
Las primeras especies que se establecen cumplen funciones importantes como el mejoramiento de las propiedades del suelo, preparación del sitio para que puedan germinar las semillas de las especies valiosas, y creación de las condiciones microclimáticas necesarias para que crezcan las especies de valor comercial.
Especies pioneras dominan el Bosque temporalmente.
Al cabo de unos 7 años van desapareciendo la mayoría de las especies herbáceas, ya que la sombra que generan los árboles les impide disponer de luz suficiente para su crecimiento. Es durante esta etapa donde las especies pioneras dominan el bosque temporalmente y sirven de sombra; facilitando el crecimiento de los árboles que en el futuro van a ser las especies principales del bosque y a la vez de aprovechamiento comercial.
Restitución del Bosque en áreas marginales del cafetal.
En la formación del bosque secundario intervienen factores que pueden acelerar o disminuir la velocidad de formación del mismo, la distancia de las fuentes de semillas (parches de bosque cercanos, árboles remanentes que quedaron en los potreros) o en el mismo sitio semillas que surgen del suelo cuando las condiciones son óptimas, además la zona donde se encuentra ubicado el terreno, las condiciones topográficas, estado de degradación del sitio, el tipo e intensidad de uso anterior entre otros, todas ellas van a determinar el avance del proceso hasta su etapa final, lo cual puede ocurrir durante el transcurso de unos 25 años.
Sin embargo, como se ha indicado antes, las numerosas ventajas que presenta la iniciativa de promover la formación del bosque secundario, puede generar retribución al caficultor casi desde el inicio y a través de todo el desarrollo del proceso, por lo que la posibilidad de la formación del bosque secundario en la finca, no solamente es posible sino que puede también acarrear importantes beneficios para la empresa cafetalera.
Referencia:
- ROJAS, CANESSA Y RAMIREZ. 2004. Incorporación de árboles y arbustos en cafetales del Valle Central de Costa Rica. Instituto del Café de Costa Rica – Instituto Tecnológico de Costa Rica. San José, Costa Rica. 151 p.
Su guía para conocer sobre caficultura.