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Jorge Ramírez Caficultura desde Costa Rica

Comunicaciones Técnicas de Café

Número 38 - Septiembre 2015


Ramirez Caficultura desde Costa Rica

Apdo 396-3000, Heredia, Costa Rica, Teléfono: (506) 8322-2794

www.ramirezcaficulturadesdecostarica.com

Uso y manejo de especies de Inga como sombra en los cafetales

Ing. Jorge Ramírez Rojas

Asesor Experto en Café

[email protected]

Origen y características


Representantes del género Inga se encuentran distribuidos en América tropical y subtropical desde México hasta Suramérica y también en el Caribe. Por la alta variabilidad existente y por las numerosas especies de Inga observadas, probablemente esta planta tenga como centro de origen la región amazónica.


Se adaptan bien a condiciones de temperatura media igual o superior a 20°C y a precipitaciones desde 1000 hasta 5000 mm anuales, se desarrollan sin problema en suelos ácidos y alta saturación de aluminio.


La Inga pertenece al grupo de las leguminosas (Fabaceae), específicamente a la subfamilia Mimosoidea. Se reconoce fácilmente en forma vegetativa por sus hojas paripinnadas (pares de foliolos), alternas, muchas con el raquis alado y siempre con una glándula entre cada par de foliolos.

Hojas paripinnadas.

Raquis alado y glándula interfoliar.

Algunas de estas especies se utilizan como árboles de sombra en cafetales y cacaotales, también se aprovechan como leña, asimismo los frutos tienen una parte comestible que es el arilo que cubre las semillas como una pulpa azucarada y jugosa. En varios países se denomina “guamo” a una de las especies más conocidas como lo es Inga edulis. En Costa Rica a la Inga se le llama “guaba” o “cuajiniquil” dependiendo principalmente del tamaño que presentan los frutos.


Inga como sombra en los cafetales


El uso de árboles de Inga en sistemas de cultivo de café con sombra, es una de las prácticas de manejo de mayor tradición en la caficultura de varios países productores.


Como ventajas de la Inga para uso en los cafetales, se encuentran su formación de ramas extendidas y la proyección de un sombrío bastante homogénea, aporta calcio y magnesio al suelo además puede fijar nitrógeno. Respecto a otras especies utilizadas como sombra en los cafetales, se le señalan como desventajas un aporte de sombra al sistema más tardío debido a que su reproducción es por semilla, sus tallos y ramas que son bastante leñosos más incómodos de manejar, así como un desarrollo de nuevas ramas que va progresando más lentamente después de la poda.


Especies más utilizadas en Costa Rica


En Costa Rica al igual que en otros países, se ha dado preferencia al uso de la especie Inga edulis, sin embargo, en la región cafetalera del Valle Central, se utiliza también con mucha frecuencia la especie Inga densiflora, la cual se encuentra distribuida en diferentes localidades productoras de café de esta región.


Inga edulis


Conocida como guaba mecate o guaba chilillo, son árboles que pueden alcanzar hasta 15 metros de altura, las hojas presentan hasta 6 pares de foliolos los primeros de un color café, raquis alado, glándulas interfoliares sésiles (sin pie o soporte) y en forma de disco o cúpula, pecíolo cilíndrico.


Las inflorescencias en espigas, los frutos cilíndricos, pueden alcanzar hasta 120 centímetros de largo, son ferrugíneo-pubescente y marcadamente surcados. Esta especie resulta muy adecuada para uso en los cafetales por su rápido crecimiento y ramas extendidas que proporcionan un excelente sombrío a los cafetos. Las semillas son negras de 3 cm de longitud, con un rango entre 1,4 y 4,5 cm, cubiertas por una pulpa (arilo) blanca, suave y azucarada.

Guaba mecate, chilillo o guamo (Inga edulis)

El rango altitudinal de mejor adaptabilidad de la Inga va desde las zonas bajas hasta los 1200 msnm, aunque en Costa Rica esta especie se encuentra con más frecuencia en zonas de cultivo bajas y medias entre 600 y 900 msnm. Sin embargo, no es extraño encontrarla en zonas más altas, debido a su buena adaptabilidad a condiciones agroecológicas de período seco prolongado y suelos ácidos de baja fertilidad.


Inga densiflora


Se le llama guaba salada, es una especie muy variable, los árboles pueden alcanzar hasta 30 metros de altura, hojas con 4-5 pares de foliolos que pueden ser muy pubescentes o glabras (sin vellos), raquis alado o no alado, glándulas interfoliares sésiles o corto-estipitadas (con pequeño soporte), inflorescencias en espigas. Frutos aplanados y recurvados, a veces con verrugas a la altura de las semillas. Se encuentra en un rango altitudinal muy amplio desde muy cerca del nivel de mar hasta 1500 msnm, aunque es más frecuente por encima de 600 msnm.

Guaba salada (Inga densiflora)

Inga densiflora presenta una amplia adaptabilidad a diferentes ambientes; si se le compara con Inga edulis el crecimiento de las ramas mantiene un ángulo más cerrado respecto al tronco, el color de los brotes es verde, las hojas son más pequeñas y el follaje menos profuso. Probablemente por estas características es que en Costa Rica se encuentra muy distribuida en toda la zona media de cultivo entre 800 - 1000 msnm, donde su presencia es casi constante en la mayoría de los cafetales con sombra.


Otras especies de Inga


En cafetales antiguos con sombra variada de árboles en el Valle Central, era frecuente observar más de una especie de Inga en una misma plantación, sin embargo, actualmente en lo que respecta a la presencia de estas leguminosas, casi es exclusivo el uso de Inga edulis o de Inga densiflora. En este artículo se presentan imágenes de algunas otras especies de Inga que fueron observadas recientemente por el autor, como árboles de sombra remanentes en algunos cafetales de Costa Rica.

Inga sapindoides

Inga puctata

Inga herrerae

Inga spectabilis

Almácigos


En muchas especies de Inga se pueden observar flores y frutos durante la mayor parte del año, mientras que en algunas otras los frutos aparecen más que todo durante la época seca. La recolección de la semilla se realiza manualmente, las vainas se deben abrir y las semillas necesitan separarse de la pulpa dulce para evitar su fermentación.


Un aspecto importante a tener en cuenta es que las semillas no se secan ni se almacenan, sino que deben ser sembradas durante el transcurso de los siguientes 2 o 3 días, esto ya que apenas una semana después de recolectada, la semilla ya ha perdido el mayor porcentaje de su capacidad de germinación.


Las semillas se siembran directamente en bolsas plásticas de 15 cm de ancho y 20 cm de largo con un sustrato en su mayor parte de tierra. Si hay suficiente material disponible se deben sembrar dos semillas en cada bolsa, eliminando la más pequeña de las dos en caso que ambas germinen.


Las bolsas deben ser colocadas bajo sombra manteniendo un adecuado suministro de agua durante todo su desarrollo. Para multiplicar el material también está la opción de hacer un pequeño semillero y trasplantar las plántulas posteriormente a las bolsas.


La germinación ocurre entre una o dos semanas después de la siembra, mientras que las plantas llegan a estar listas para trasplantar al sitio definitivo cuando alcanzan entre 30 y 40 cm de altura, lo cual en condiciones normales ocurre después de 3 a 4 meses. Con el fin de ir aclimatando las plantas, la sombra se debe eliminar progresivamente durante este periodo.


Densidades de siembra


Este es un aspecto de suma importancia con miras al manejo de sistemas de cultivo de alta producción. Debido a que la Inga más utilizada presenta follaje permanente y permiten proyectar un buen sombrío, las densidades de siembra deben prevenir la inconveniencia de que se generen sistemas muy cerrados que limiten la entrada de radiación solar y por tanto reduzca inconvenientemente la productividad de los cafetos.


Para el caso de Inga edulis, conviene manejar densidades entre 70 y 150 árboles por hectárea que se pueden establecer a distancias de siembra desde 12 m x 12 m hasta 8 m x 8 m respectivamente. Si se manejan diseños de siembra del café de 2,0 m entre hileras y 1,0 m entre plantas, los árboles de sombra se pueden ajustar muy bien al sistema de la plantación, ya que éstos siempre se podrán distribuir a lo largo de las hileras del café manteniendo el distanciamiento totalmente ordenado.

Sistemas de cultivo con sombra de Inga.

En algunos casos los productores siembran la Inga en sistemas más densos, lo cual obliga al cabo de unos 3 o 4 años a tener que realizar la eliminación intercalada de algunos árboles para poder mantener el manejo de una sombra regulada. El predominio de un sombrío excesivo en sistemas de cultivo de café con Inga, genera una fuerte competencia por radiación solar que limita la productividad.

Condición de cultivo con mucho sombrío de Inga.

Para el caso de Inga edulis utilizada como sombra en cafetales de diferentes zonas cafetaleras de Costa Rica, el autor ha realizado observaciones de campo en fincas donde se ha establecido la Inga en muy altas densidades de siembra, notando además del efecto de competencia por luz, poco crecimiento, paloteo e inclusive muerte de cafetos.


Establecimiento y desarrollo de los árboles


Una vez que las plantas están listas para el trasplante, éstas deben sembrarse en el sitio definitivo en condiciones de buena humedad durante el período lluvioso, lo cual aumenta la posibilidad de que la mayor cantidad de arbolitos lleguen a pegar.


Durante el primer año es necesario realizar deshierbas por lo menos 3 a 4 veces. Si la cobertura vegetación circundante no es muy densa, será suficiente despejar un metro alrededor de cada planta. Esta limpieza debe hacerse hasta que las copas de la Inga se cierren por arriba y comiencen a generar una proyección de sombra que limita el desarrollo agresivo de las malezas a su alrededor, lo cual normalmente debe suceder en el segundo año. Sin embargo, en algunas laderas muy degradadas este proceso puede tomar hasta 3 años.


El desarrollo de frutos se inicia a los tres o cuatro años del trasplante en Inga edulis, aumentando hasta el año ocho a diez en que alcanza el máximo productivo. La vida útil de estas especies se estima en unos 20 a 25 años, periodo similar al utilizado como criterio comercial para llevar a cabo la renovación de los cafetales, por lo que en estos casos es recomendable a la vez de la renovación del cafetal, también llevar a cabo la renovación de los árboles de la sombra de Inga.


Manejo de formación


En la formación de los árboles de sombra se debe procurar el desarrollo de ramas extendidas que se distribuyan hacia todos lados para proyectar una sombra apropiada que permita la entrada de una intensidad lumínica de calidad regulada. Se debe evitar mucha concentración de sombrío hacia la parte central del árbol, asimismo cuidar que las ramas extendidas no se pongan en contacto con el café o que éstas alcancen mucho traslape con las ramas de los árboles vecinos.

Podas de formación.

Incorporación del material de poda.

Indistintamente de las especies que se utilicen, el ambiente de la plantación debe tener algunas condiciones básicas para los árboles, los cuales deben recibir buena luminosidad. También conviene no dirigir aspersiones directas utilizadas para el café sobre el follaje de la sombra, ya que algunas especies pueden mostrar mayor sensibilidad hacia algunos productos. Por eso los aspectos de control fitosanitario de la sombra debe más que todo corresponder a limpiezas y eliminación de hojas o ramas enfermas, posteriormente a través de los arreglos de formación del árbol se aprovecha para eliminar tejido enfermo.


Podas y raleos de mantenimiento


Se debe tratar siempre de mantener algunas ramas que permitan buena regulación de la luz, ya que la recuperación de follaje en estas especies ocurre más lentamente. Por tanto no es recomendable realizar podas totales en las ingas, además que estos árboles pueden llegar a perderse si se podan por completo.


Para tomar la decisión sobre la mejor época para llevar a cabo los raleos de las ramas de la sombra, se deben considerar los factores climáticos, las densidades de siembra del cultivo y de la sombra, las especies de sombra, las características de maduración del café en la zona, y la fenología del cultivo bajo esas condiciones.


Los raleos de las ramas pueden realizarse a mediados de la época lluviosa, entre julio y agosto para aprovechar mayor entrada de luz a la plantación que podría influir favorablemente en la diferenciación productiva en los nudos de las ramas para la siguiente cosecha, asimismo para favorecer una maduración más adecuada y uniforme del fruto en la cosecha del mismo año.


En zonas que no presentan período seco y lluvioso bien definidos, así como temperatura media más alta; la poda o raleo de las ramas de la sombra puede ser realizada al inicio del período lluvioso, este manejo permite evitar un exceso de sombrío durante la etapa de desarrollo de las ramas y la iniciación de tejido productivo.


Referencias:

-Ramírez 2009. Hacia la Caficultura Sostenible.

-Valle, G. 2010. Manual Agroforestal de Inga.

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