Jorge Ramírez Caficultura desde Costa Rica
Comunicaciones Técnicas de Café
Número 42 - Noviembre 2015
Ramirez Caficultura desde Costa Rica
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Necesidad de podas frecuentes en las mismas áreas de cultivo,
puede indicar problemas con las densidades de siembra.
Situación común en algunas plantaciones
En plantaciones de café ubicadas en zonas con algunas limitaciones para el cultivo en cuanto al clima o los suelos, y donde se manejan distancias de siembra muy cortas, se pueden generar condiciones de excesivo follaje entre las hileras de las plantas, los cafetos llegan a producir pocas cosechas, manifestando después requerimiento de poda debido al ambiente “cerrado” provocado por el abundante crecimiento vegetativo y la escasa diferenciación productiva (poca preparación de cosecha), asimismo en otros casos los cafetos puede presentar un agotamiento prematuro.
Sistemas de siembra que favorecen ambiente "cerrado" en la plantación.
En unos casos los problemas se presentan en plantaciones que se encuentran ubicadas en zonas que se caracterizan por su alta pluviosidad, con limitaciones para recibir radiación solar plena debido a que las áreas de cultivo están en terrenos de ladera, donde además se presenta nubosidad y neblina frecuentes en diferentes épocas del año. Mientras que en otros casos los inconvenientes se manifiestan en zonas donde las limitaciones son más bien la baja fertilidad química y física de los suelos y la temperatura media más alta.
Origen del problema
Esto ha venido ocurriendo cuando en las zonas que presentan estas condiciones, los caficultores han insistido en establecer sus plantaciones a las mismas distancias y densidades de siembra que en su momento fueron evaluadas y desarrolladas de manera exitosa en otras zonas de cultivo, las cuales sí disponían de óptimas condiciones de clima y suelos para el manejo de estos sistemas de siembra.
Se trata de la adopción de tecnologías provenientes de regiones distintas, en cuyo proceso los productores no han diferenciado las características de sus propias zonas de cultivo y han sembrado café utilizando tecnologías desarrolladas en otras condiciones, sin percatarse claramente sobre la necesidad de implementar el uso de los diseños de siembra para el desarrollo de la actividad cafetalera acorde con el clima y suelos de su región.
Escasa luminosidad dentro de la plantación significa menos cosecha.
Esta situación se presenta en algunas zonas cafetaleras de Costa Rica y también en la caficultura de otros países que hemos tenido la oportunidad de visitar, donde igualmente se aprecia como en las mejores condiciones de clima y suelos se manejan con muy buenos resultados sistemas de cultivo con muy altas densidades de siembra, pero que cuando estos se implantan en condiciones agroecológicas con algunas limitaciones para el cultivo, los sistemas no responden con buenas cosechas como el productor lo espera.
Consecuencias en el manejo de las podas
Cuando en sistemas adensados los lotes de café “cierran” mucho y se requiere iniciar podas muy prematuramente, los productores optan por realizar podas cíclicas muy drásticas, tal como la poda de tres años (por hileras o por lotes). Inclusive se dan casos donde aún con el manejo de ciclos de poda muy cortos (pocos años entre una poda y otra en los mismos cafetos), los lotes siempre se agotan rápidamente y demandan poda nuevamente, obligando a realizar esta práctica sobre "madera muy nueva" que en otras condiciones de manejo, podría aportar un mayor número de ciclos productivos previo a la poda siguiente.
Manejo de ciclos muy cortos por agotamiento prematuro.
Necesidad de poda en hileras consecutivas en ciclos cortos
Otro indicador de que nos encontramos con este tipo de problemas, es cuando los productores deciden realizar podas en dos hileras consecutivas el mismo año, con la intención de “abrir” la plantación debido al follaje excesivo de los lotes y la poca productividad esperada, lo cual causa un claro desequilibrio en cuanto a la proporción de poda programada, además del trastorno al cumplimiento del manejo de un sistema de poda cíclica ordenado y económico.
Necesidad de aplicar poda baja o recepa en hileras consecutivas en ciclos muy cortos.
También se dan los casos donde después de aplicar sistemas de poda por hileras, a corto plazo igualmente se genera el mismo ambiente "cerrado” en la plantación, lo que obliga a cambiar el sistema y pasar a una poda por lotes, lo que nuevamente causa trastorno en la proporción de poda programada y en el manejo de la plantación en general.
También en cafetales muy adensados por la realización de repoblaciones constantes, donde no se diferencian claramente los trazados de siembra y se maneja poda selectiva debido a la edad muy variable de los cafetos; la cantidad de podas por año que se requiere llevar a cabo para mantener el cafetal “abierto”, resulta sumamente alta, teniendo que podar cafetos que en condiciones de menos presión de plantas por área, ciertamente se podrían mantener con bastante potencial de aporte productivo por varios años más.
La necesidad de podas frecuentes en los mismos lotes de café, acarrea situaciones desfavorables que limitan la productividad y la rentabilidad del cultivo, esto debido a la reducción del área productiva total de la plantación que se da a intervalos cortos de tiempo en años, al gasto de mano de obra y de insumos para el mantenimiento de áreas de cultivo sin aporte de cosecha y al desgaste de los cafetos o la disminución de su vida útil, causado por el proceso cíclico frecuente de recuperación que necesitan para el retorno a la fase productiva, lo que implica formación de nuevos ejes, crecimiento vegetativo y crecimiento reproductivo.
Definitivamente desde cualquier ángulo que se analice, no se trata de un buen negocio tener que estar podando los cafetos a intervalos frecuentes.
Racionalización de las densidades de siembras
El uso de la densidad de siembra adecuada depende de las condiciones agroecológicas de la zona de cultivo, del nivel de tecnologías en el manejo de las fincas y de las variedades que se utilizan. Sin embargo, el clima y las características propias de los suelos son factores poco modificables con manejo, razón por la cual aunque se utilice alta tecnología en la plantación, son los factores de clima y suelos, los que van a determinar primordialmente las distancias y densidades de siembra más convenientes a utilizar para el cultivo comercial.
Resultados de investigaciones y la experiencia en el manejo de siembras comerciales con variedades de porte bajo, señalan como punto de apoyo cercano a densidades y distancias bastante adecuadas, la conveniencia de partir de la referencia del manejo de la densidad de 5000 plantas por hectárea, establecidas en diseño rectangular de distancias de siembra de 2,0 m entre hileras y 1,0 m entre plantas.
Sistemas de siembra que favorecen la diferenciacion productiva
Este sistema de siembra se adapta muy bien a diversas situaciones de clima, suelos y cultivo, ya que permite buena entrada de luminosidad en la plantación y por tanto buena preparación de cosecha, limita el ambiente favorable para el ataque de plagas y enfermedades, y con buen manejo puede prolongar la vida útil de los cafetos al disminuir el agotamiento prematuro y ampliar los intervalos necesarios entre las podas, en las mismas áreas de cultivo.
A partir de la definición del uso de una densidad de 5000 plantas por hectárea, con apoyo de los ensayos o pruebas de campo según corresponda, perfectamente se puede ajustar el diseño de siembra a diferentes “arreglos” en el campo dependiendo de factores climáticos locales y las características de manejo que se quiera dar a la plantación, muy particularmente en cuanto a los sistemas de poda que se pueden utilizar y que deben permitir la expresión productiva de los cafetos por un número de años suficiente y económico, entre una poda y la siguiente en los mismos cafetos
Distancias de siembra deben favorecer la expresion productiva de los cafetos en todas sus partes
Propuesta de un diseño de siembra alternativo
Un diseño de siembra alternativo que mantiene la misma densidad de 5000 plantas por hectárea pero que modifica las distancias de siembra, es el arreglo de 2,5 m entre hileras y 0,8 m entre plantas, cuya implementación se puede valorar inicialmente en las fincas, mediante el establecimiento de parcelas de observación en comparación con el sistema de siembra convencional que se ha venido utilizando.
Este diseño va a favorecer mucho una buena apertura entre las hileras de café, mayor diferenciación productiva de las ramas laterales por mejor captación de radiación solar, limita la condición favorable para la creación del ambiente "cerrado”, el exceso de follaje y el agotamiento prematuro de los cafetos que obliga a realizar podas frecuentes. La ampliación del espacio entre hileras, se compensa con el acortamiento de las distancias entre plantas para mantener siempre densidades de siembra de 5000 cafetos por hectárea.
Otro aspecto muy importante que puede ser favorecido por el cambio a la distancia de siembra de 2,5 m entre hileras, es la posibilidad de lograr ingresar a la plantación algún tipo de máquina automotriz pequeña que permita la atención de diferentes labores de manejo de la plantación. Sobre el tema de la mecanización en la caficultura de países con pequeña extensión de cultivo, recomendamos consultar el artículo que publicamos en nuestra web en marzo de 2015, “Posibilidades de mayor mecanización en la caficultura de Costa Rica”.
Indiscutiblemente habrá otras opciones en cuanto a densidades y distancias de siembra entre hileras y plantas que se pueden utilizar para lograr el objetivo común de adaptar mejor los sistemas de cultivo a la realidad de las diferentes zonas agroecológicas, sin embargo , lo importante es que los caficultores en las regiones donde así se requiera, puedan decidirse a llevar a cabo los cambios necesarios, aprovechando las necesidades de renovación que van presentando los lotes viejos y agotados, para implantar en los nuevos lotes los diseños de siembra más ajustados a sus zonas de cultivo.
Sin embargo, con la propuesta de estas recomendaciones es oportuno prevenir a los productores de los países donde la caficultura está limitada por la disponibilidad de terrenos aptos para el cultivo y prevalece el manejo de variedades de porte bajo establecidas en pequeñas unidades productivas; sobre la inconveniencia de pretender ampliar las distancias de siembra entre hileras más allá del rango que se ubica entre 2,0 m a 2,5 m. Un mal aprovechamiento de las limitadas áreas disponibles para el cultivo de café, en claro detrimento de la productividad por unidad de superficie y por ende de la rentabilidad del agronegocio y del aporte al total de la producción nacional; serían parte de las consecuencias de una mala decisión sobre un aspecto de manejo agronómico del cultivo que siempre debe ser abordado con mucha atención y suficiente fundamento técnico.
Manejo agronómico complementario
Como prácticas agronómicas de acompañamiento a los cambios en el diseño de siembra, es conveniente mantener pocos ejes por sitio de siembra, unos 2 a 3 como máximo. Paralelamente es importante valorar en el campo la siembra de lotes con plantas formadas a un solo eje ortotrópico, ya que esto permite racionalizar aún más el número de ejes por sitio de siembra, facilitar el desarrollo de una única planta morfológica con gran potencial productivo, tal como se realiza con éxito desde hace muchos años en sistemas de cultivo altamente tecnificados.
Parcelas de observación con plantas formadas a un solo eje ortotrópico en Costa Rica .
El manejo de parcelas con fines de observación con variedades altamente productivas establecidas con almácigo formado a un solo eje ortotrópico, se ha venido realizando hace varios años en diferentes zonas cafetaleras de Costa Rica, lo que ha permitido determinar un excelente comportamiento agronómico y productivo de los cafetos así formados, generando además una condición de ramas mejor distribuidas, más productivas y con menos presión de follaje en los lotes.
El ajuste a los distanciamientos de siembra complementado con el manejo de cafetos a partir de almácigo formado a un eje y llevando a cabo labores eficientes de deshijas para desarrollar plantas con una mejor disposición a la producción; es un objetivo muy importante que se deben proponer los productores de las zonas cafetaleras donde limitaciones de clima y/o suelos y su relación con las distancias y densidades de siembra, han traído como consecuencia la inconveniente necesidad de realizar podas frecuentes en los mismos lotes de cultivo.
Referencia:
RAMIREZ, J.E. 2009. Hacia la Caficultura Sostenible. 216 p.
Su guía para conocer sobre caficultura.