Diferenciación reproductiva del cafeto

 Este es un proceso fundamental en la definición del potencial productivo de la planta de café. Se trata del inicio de la madurez fisiológica del tejido nuevo que venía en desarrollo desde meses atrás y que, a partir de la segunda mitad del periodo lluvioso, debe diferenciarse a partir de las yemas de las ramas o bandolas que pasarán a constituirse en los nudos productivos de la cosecha del 2025.

Sin embargo, una determinada proporción de estas yemas, no se estarán diferenciando en forma reproductiva, sino que lo harán en forma vegetativa, en cuyo caso se inducen nuevos crecimientos o ramas secundarias y terciarias donde no habrá producción sino tejido vegetativo.

Lo deseable es que la mayor cantidad de yemas de las ramas se puedan diferenciar reproductivamente lo que va a significar el inicio de la preparación de una mejor cosecha para el año siguiente. Y es en esta etapa donde la implementación de algunas prácticas agronómicas puntuales, pueden resultar decisivas para propiciar una mejor preparación de cosecha.

Deshija a las podas bajas del año 2023

Las plantas sometidas a poda baja o recepa en el año anterior ya tienen una proporción muy importante de tejido nuevo con muy alto potencial productivo para el año 2025. Sin embargo, durante la etapa de desarrollo de los nuevos ejes productivos, se van generando también nuevos crecimientos verticales en este caso improductivos que acompañan los hijos que habían sido inicialmente seleccionados por medio de las primeras deshijas y que pueden causar mucha competencia a los ejes principales,

Para implementar un manejo apropiado de los crecimientos verticales no deseados, se debe realizar un repaso general de deshijas desde la base del tronco de la planta, eliminando todos estos crecimientos excesivos para favorecer la centralización de la energía de la planta podada en la preparación de su mejor cosecha para el año 2025.

Raleos de la sombra baja

El potencial para la diferenciación reproductiva va a ser distinto dependiendo del nivel de sombrío que se mantenga en el cafetal, ya que la incidencia de radiación solar suficiente en el sistema, es fundamental para que la planta pueda alcanzar una apropiada diferenciación reproductiva.

 Para implementar un buen manejo de la sombra durante esta etapa, es necesario llevar a cabo labores de regulación del sombrío de las especies de sombra baja (principalmente Ingas y Erythrinas) para “abrir el cafetal” y propiciar condiciones más favorables para la diferenciación de las yemas en nudos productivos.

 El nivel de sombrío debe mantenerse entre 35 y 45% para asegurarse de tener condiciones favorables para el estímulo productivo. En el caso de zonas altas muy lluviosas y con nubosidad frecuente, el nivel de sombrío debe regularse hasta 25 o 30%

Control de enfermedades que causan defoliación

 Enfermedades como la roya (Hemileia vastatrix) y el ojo de gallo (Mycena citricolor) que alcanzan el nivel de la curva de mayor crecimiento durante los últimos meses lluviosos del año, estas pueden llegar a causar severas defoliaciones en los cafetales si no se controlan eficiente y oportunamente.

 La caída de las hojas en grandes cantidades como es común que suceda en cafetales muy atacados por estas enfermedades, provoca un serio debilitamiento de la planta lo que reduce muy significativamente la preparación de cosecha para el siguiente ciclo productivo.

 Se requiere continuar con el ciclo de aplicaciones con fungicidas curativos y si es necesario aumentar la frecuencia y alternar productos para mantener un bajo el porcentaje de incidencia de estas enfermedades y de esta forma disminuir en lo posible la caída de hojas debido al ataque de estos patógenos.

Fertilización

Realizar una fertilización durante esta época del año es de gran importancia para mantener un buen nivel nutricional de los cafetos. Esta fertilización es determinante para el fortalecimiento del tejido productivo donde se estará desarrollando la cosecha del año siguiente. Por el contrario, la nutrición deficiente va a limitar muy significativamente el potencial para la formación de los nudos productivos para el nuevo ciclo del cultivo.

De acuerdo con el plan de fertilización que se halla venido desarrollando durante el año, para esta última abonada va a corresponder la fertilización con una fuente nitrogenada o puede ser también con una fórmula completa. Lo importante es llevar a cabo esta fertilización previa al inicio de la etapa de transición hacia la época seca.