Jorge Ramírez Caficultura desde Costa Rica
Comunicaciones Técnicas de Café
Número 57 - Agosto 2016
Ramirez Caficultura desde Costa Rica
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Control preventivo de las “enfermedades fisiológicas”
del cafeto mediante fertilización
Introducción
La presencia de enfermedades del cafeto en niveles que llegan a causar daño económico al cultivo, se encuentra bastante relacionado con la influencia de ciertas condiciones climáticas, como temperatura, precipitación y vientos; los que en determinado momento o época, le son favorables al desarrollo acelerado del ciclo de vida de los patógenos.
Sin embargo, es el manejo agronómico de las plantaciones y en particular el estado nutricional de los cafetos, el que en muchas ocasiones se convierte en un factor determinante para que algunas enfermedades fungosas que atacan la parte aérea del cafeto, manifiesten mayor severidad y su control mediante la aplicación de productos fungicidas resulte poco efectiva.
Es bien conocido que una adecuada nutrición permite que la planta de café adquiera una mejor condición para enfrentar y resistir las enfermedades, no obstante, la mayor incidencia de algunas de éstas, se relaciona con una nutrición deficiente, razón por la cual se les conoce como “enfermedades fisiológicas”, tal el caso de la cercosporiosis y la antracnosis.
Cercosporiosis, Chasparria o Mancha de Hierro (Cercospora coffeicola)
Los síntomas de la enfermedad se caracterizan por la presencia en las hojas de manchas más o menos circulares de color pardo, que adquieren con el tiempo una tonalidad pardo rojiza, mientras que en su parte central se tornan casi blancas, y alrededor de las lesiones se forma un halo clorótico (amarillento).
Las fructificaciones del hongo aparecen a manera de puntos negros muy pequeños en el centro de las manchas. El hongo ataca las hojas y los frutos en plantas de todas las edades. Esta enfermedad se manifiesta con mayor frecuencia en condiciones de cultivo a plena exposición solar.
Cercosporiosis en hojas y frutos.
Cuando el daño es severo ocurre defoliación y los frutos presentan lesiones a manera de manchas hundidas e irregulares de color café o negruzcas, más frecuentemente en la parte expuesta al sol. A menudo las lesiones hacen que la pulpa se pegue a la semilla, lo que dificulta el beneficiado.
La cercosporiosis se presenta también en almacigales o viveros y causa mucha afectación cuando ocurren cambios drásticos de temperatura y humedad en el ambiente y en el suelo, acompañados de una pobre fertilización.
En almacigales esta enfermedad tiene mucha importancia económica, las plántulas pueden sufrir defoliación y retardo en el crecimiento, lo que incide en mala calidad de los almácigos llegando a provocar pérdidas muy cuantiosas.
Antracnosis (Colletotrichum sp)
Esta enfermedad es más frecuente en plantas con deficiente nutrición manejadas a plena exposición solar. Los síntomas se presentan con manchas de color pardo oscuro y de un tono claro hacia el centro de la lesión. El hongo ataca hojas y frutos, pero bajo condiciones climáticas de alta humedad también puede afectar las flores.
Antracnosis en hojas y frutos.
Las manchas que aparecen por lo general en los bordes, pueden mostrar una forma concéntrica y algunas en la parte central de la lesión adoptan un color blanco grisáceo. La manifestación de los síntomas de esta enfermedad en las hojas del cafeto, en muchas ocasiones se observa asociada con la sintomatología de la deficiencia de potasio. En los frutos también se pueden presentar pequeñas manchas de color negro que pueden abarcar el fruto entero, deteniendo el crecimiento y provocando secamiento y momificación.
El daño a las flores ocurre en los botones florales ya desarrollados, donde la flor afectada permanece adherida al glomérulo hasta su necrosis total. El ataque del hongo al tejido productivo en estado de floración, se presenta en condiciones climáticas de mucha humedad en el ambiente.
Antracnosis en glomérulos florales.
Prevención mediante una adecuada nutrición
Existe suficiente evidencia que destaca la relación entre nutrición y una mayor la resistencia de la planta al ataque de enfermedades. En el caso del cafeto, se ha demostrado la importancia de una buena nutrición para la reducción de las pérdidas económicas que provoca la defoliación y el daño a los frutos, debido al ataque de los hongos que causan las enfermedades fisiológicas.
Importancia del nitrógeno y el potasio
El nitrógeno y el potasio son los elementos que los cafetos requieren en mayor cantidad. Mientras el nitrógeno es el elemento más importante en la nutrición del café, la extracción de potasio es muy elevada en este cultivo, y sus requerimientos se elevan durante la fase de formación, llenado y maduración de grano.
Es importante destacar que nitrógeno y potasio además de sus funciones individuales en la fisiología de la planta, también comparten entre sí, funciones relevantes en cuanto a la formación de la parte vegetativa y la acumulación de las reservas de almidón.
Tanto nitrógeno como potasio presentan alta demanda o intensidad de la absorción antes de la salida de la estación húmeda y la absorción se prolonga si hay agua disponible. De ambos elementos también se ha determinado una menor absorción durante el receso posfloración.
Nitrógeno
El nitrógeno es el elemento de mayor respuesta en la planta por su papel preponderante en el crecimiento y la producción. Al ser el nitrógeno un nutrimento que se encuentra siempre deficiente en los suelos agrícolas, y a que se pierde con facilidad por lixiviación; este debe estar incluido en mayor proporción en el programa de fertilización de la plantación.
La deficiencia de nitrógeno se caracteriza porque las hojas se tornan de un color verde claro a amarillo (clorosis), son ligeramente más pequeñas y el crecimiento a menudo se reduce, posteriormente la clorosis se hace más generalizada y evidente. Debido a la movilidad del elemento en la planta, los síntomas se manifiestan con más claridad en las hojas viejas.
Síntomas deficiencia de nitrógeno.
El ámbito adecuado de la dosis de fertilización con N en café oscila entre 150-270 kg por hectárea por año dependiendo del estado de crecimiento de la planta y el nivel de rendimiento, aunque en condiciones de muy alta cosecha con manejo de variedades muy productivas, la fertilización con N podría llevarse hasta 350 kg/ha/a. Las fuentes más comunes de nitrógeno son urea (46% N) y nitrato de amonio (33.5% N).
Potasio
El potasio juega un papel esencial en la fotosíntesis y en la activación de más de 60 sistemas enzimáticos en las plantas. Un insuficiente suministro de potasio para cubrir todos los requerimientos del cafeto, disminuye el crecimiento y pone al cultivo en condiciones de vulnerabilidad ante las enfermedades y otras condiciones de estrés.
El efecto del potasio en la incidencia de enfermedades fisiológicas es particularmente importante, se ha encontrado una relación negativa entre el contenido de potasio foliar y el porcentaje de infección de Cercospora coffeicola en el grano de café. También se determinó la estrecha relación entre la fertilización y la producción de café en función del control de la mancha de hierro.
La deficiencia de potasio se manifiesta inicialmente en las hojas viejas; al principio aparece un amarillamiento en los bordes y en las puntas de las hojas que luego se vuelve de color pardo oscuro. Cuando la deficiencia es grave, los bordes amarillentos se secan quedando de color gris, las hojas se enrollan hacia el haz (cara superior) y finalmente llegan a caer.
Síntomas de deficiencia de potasio.
Fertilización de café en producción
La nutrición del cafeto mediante la aplicación de "fórmulas completas" por lo general están conformadas por los tres elementos mayores, nitrógeno, fósforo y potasio en diferentes proporciones, donde también incorporan otros elementos como magnesio y boro, expresados como N - P2O5 - K2O - MgO - B.
El nitrógeno debe estar en una proporción de 15-20 % en la fórmula completa y ser aplicada de manera fraccionada en dos épocas. Además debido a una alta absorción de nitrógeno que ocurre durante la etapa final del ciclo productivo y a la importancia de una adecuada preparación de tejido para la cosecha siguiente; se requiere la aplicación de fertilizante nitrogenado como nitrato de amonio hacia el final del período lluvioso, para lo cual se sugiere aplicar entre 60 y 90 kg de N por hectárea.
El fraccionamiento de la aplicación de la fórmula completa en dos épocas debe darse, la primera al inicio del período lluvioso y la segunda dos a tres meses después; estas corresponden con las etapas de mayor demanda de los nutrimentos por parte de la planta. La extra nitrogenada se aplica entre finales de octubre e inicios de noviembre.
En lo que respecta al potasio, debido a los altos requerimientos del cafeto, la fuerte respuesta a su aplicación en suelos deficientes y su antagonismo con el magnesio; el potasio es el elemento clave en la selección de la fórmula completa a utilizar. La respuesta al elemento en café oscila entre 100 y 220 kg por hectárea por año de K2O, siendo la fuente principal el KCl (60% K2O).
Por lo general se recomiendan fórmulas fertilizantes con una proporción alrededor de 15% de K2O como la 18-5-15-6-0,3 y similares, no obstante, para regiones con muy bajos contenidos de este elemento, la recomendación es aplicar fórmulas que contengan mayor proporción de potasio como la 15-3-22-6-0,3.
Para mantener una nutrición adecuada y prevenir problemas con las enfermedades fisiológicas, se pueden aplicar hasta 1000 kg de fórmula completa por hectárea por año en lotes con alta producción, mientras que en lotes de más baja cosecha, la dosis puede ser disminuida proporcionalmente hasta alcanzar el nivel de una fertilización base con 500 kg de fórmula completa, siempre complementando el plan de fertilización con la aplicación de la extra nitrogenada.
Una fuente más directa de suministro de nitrógeno y potasio lo presenta el fertilizante conocido como Nitrato Simple de Potasio (15-0-14). Este producto dio muy buenos resultados en ensayos de campo realizados hace algunos años en algunos países cafetaleros. Este fertilizante provoca menos acidificación del suelo respecto a las fuentes convencionales de N, favorece una alta respuesta productiva y muy buena condición fitosanitaria de los cafetos. Sin embargo, debe tenerse presente que su uso se justifique desde el punto de vista de los costos.
Fertilización de almacigales
Almacigales al suelo
El nitrógeno es el elemento que ha mostrado mayor respuesta en el desarrollo de plantas de almácigo. Para la producción de almácigos de aproximadamente 12 meses de edad, se recomienda realizar 4 fertilizaciones durante el año. Las cantidades de fertilizantes que se recomienda aplicar por cada 10.000 plantas son las siguientes:
Primera – 50 kg de 10-30-10 o MAP
Segunda – 28 kg de 18-5-15-6-0,3
Tercera - 41 kg de 18-5-15-6-0,3
Cuarta – 41 kg de 18-5-15-6-0,3
El fraccionamiento del fertilizante inicia con la primera aplicación 60 días después de la siembra del manquito (soldadito, fosforito), la segunda a los 135 días, tercera a los 210 días y la última a los 285 días.
Almacigales en bolsa
Se recomienda realizar aplicaciones mensuales de 2 g por planta iniciando 30 días después de la siembra del manquito y terminando un mes antes de la salida del almácigo. Las primeras dos aplicaciones empleando una fuente alta en fósforo como 10-30-10 o MAP y las restantes con una fórmula completa química tradicional como 18-5-15-6-0,3.
Existe la posibilidad del manejo de la fertilización del almácigo mediante el uso de fertilizantes de liberación lenta, estos productos pueden ser aplicados en una sola ocasión, ya que permiten mantener la acción fertilizante durante un periodo de hasta 10 meses. Algunas fórmulas comerciales de estos fertilizantes están constituida por la proporción 18-6-12 o 18-8-8-2. Se recomienda la aplicación del fertilizante en forma espequeada unos 15 días después de la siembra del manquito, a una dosis de 6 g por bolsa.
Referencia:
Chaves, V.M. 2013. Manejo de la fertilización en el cultivo del café. Gerencia Técnica, ICAFE.
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