Información de la Red Social Peabirus, da cuenta que la Fundación PROCAFE de Brasil, ha registrado cuatro nuevas variedades de café. La información derivada de un artículo de los expertos; J.B. Matiello, S. R. de Almeida, MB da Silva e Irán B. Ings Ferreira- AGI Mapa y Fundación Procafé y CHS Carvalho- investigador de Embrapa Café, señala lo siguiente

Los cuatro nuevos cultivares se llaman Guara, Beija Flor, Asabranca y Siriema AS 1, materiales genéticos que cumplen bien características vegetativas y productivas. Son todas las plantas bajas, tienen una buena productividad y vigor, también todas con resistencia a la Roya y en el caso de Siriema, también con resistencia a la plaga conocida como minador de la hoja.

Cultivar Beija Flor: Es una selección dentro del material Catucaí Rojo que es un híbrido natural entre Icatú y Catuaí. Este cultivar muestra alto vigor y buena tolerancia a períodos de estrés hídrico. Tiene buenos niveles de productividad y alta resistencia a la Roya, presenta maduración temprana y frutos de color rojo.

Cultivar Guara: También se origina de Catucaí Rojo, después de varias selecciones realizadas en la región del Cerrado, MG, ha demostrado ser muy productiva, con buena tolerancia a la Roya y alto vigor, también muestra una mayor tolerancia a Pseudomonas. Las plantas son de porte bajo, pero con mayor altura en relación con Catuaí, los frutos son de color rojo, de tamaño medio y maduración uniforme.

Cultivar Asabranca: Se deriva de material de Asabranca Acauã, resultado del cruce realizado en la década de 1980 por el IBC entre Sarchimor y el Mundo Novo 1668, tiene una alta productividad y una mayor uniformidad de la maduración, el material ha demostrado una buena tolerancia a la sequía y resistencia a la Roya y tolerancia a nemátodos de la especie Meloydogine exigua, los frutos son de color rojo oscuro, casi vino y de maduración tardía.

Cultivar Siriema AS 1: Se deriva de Siriema que es un cruce entre Coffea arabica y Coffea racemosa, y luego de un cruzamiento con Catimor llevado a cabo en la década de 1980. El cultivar tiene un tamaño pequeño y menor diámetro de copa, lo que lo hace muy apropiado para establecer las plantaciones más densas y que sirve para compensar el menor rendimiento individual por planta. Su gran ventaja es la resistencia múltiple a los dos principales problemas fitosanitarios del café en Brasil, la Roya y el minador. Presenta maduración temprana, lo que permite combinar bien épocas de cosecha de diferentes variedades en lotes de las plantaciones, especialmente en regiones muy frías. Los frutos son de color amarillo.