La poda del cafeto se puede realizar a diferente altura de los ejes de la planta dependiendo del estado de agotamiento productivo que presenta el tejido. La poda más drástica donde se elimina prácticamente toda la parte aérea del cafeto es la poda baja o recepa.

 Otras modalidades como la poda alta consiste en llevar a cabo podas a diferente altura de los ejes para conservar la parte del tejido que aún mantiene potencial productivo. En el caso que el corte se realice en la parte superior o ápice de los ejes se le denomina descope. Además, el cafeto responde muy bien a la poda de ramas o bandolas, produciendo crecimientos secundarios y terciarios que permiten renovar la mayor parte del tejido productor.

Respuesta de la planta a diferentes modalidades de poda

 En condiciones normales la planta de café presenta un alto potencial de rebrote cuando se practica algún manejo de poda. Esta respuesta se presenta gracias a la reserva de yemas vegetativas que se encuentran tanto en los nudos de los ejes verticales como en los nudos de las ramas que ya han dado producción.

 Mediante la práctica de la poda las yemas son estimuladas a brotar produciendo nuevos ejes verticales de reemplazo o ramas secundarias dependiendo si los cortes se realizan en el tallo o en las ramas respectivamente. Igualmente, el cafeto puede responder a la poda de manera simultánea en tallos y ramas cuando se realizan cortes en ambos puntos de la planta.

Relación entre raíz y parte aérea en plantas sometidas a poda

 La práctica de la poda conlleva a la vez la necesidad de restituir el tejido de la planta mediante el desarrollo de nuevos crecimientos a partir de la inducción de brotación de las yemas vegetativas. El desarrollo de nuevos ejes y ramas demanda que cierta cantidad de los fotoasimilados producidos en la parte aérea durante el proceso de fotosíntesis sean traslocados para ser utilizados en la formación de nuevos tejidos.

 Cuando se realizan podas altas o descopes, la planta mantiene una proporción considerable de tallos y ramas, lo que permite recomponer la parte aérea precisamente a partir de las reservas que se encuentran en el tejido remanente. Sin embargo, cuando el cafeto es sometido a podas muy drásticas como la poda baja o recepa, donde prácticamente se elimina toda la parte aérea, la planta llega a perder al cabo de unos meses después de la poda alrededor del 80% de las raíces absorbentes.

 Esto se explica por cuanto en ausencia de la parte aérea, el sistema radical actúa como fuente de carbohidratos para sustentar el crecimiento y desarrollo de la parte aérea que pasa a funcionar como un dreno sumamente fuerte. Posteriormente y en forma gradual la parte aérea se reconstituye y el nuevo follaje pasa a realizar fotosíntesis en su máxima capacidad, volviendo a comportarse como fuente de carbohidratos, abasteciendo al sistema radical que en este caso actuará como dreno. A partir de ahí nuevas raicillas se estarán formando para la recomposición del sistema radical.

Fertilización racional en el manejo de las podas

 De acuerdo con la cantidad de madera removida por medio de la poda, es posible aplicar ajustes al plan de fertilización en las áreas de la finca sometidas a poda de acuerdo con las necesidades nutricionales de las plantas durante el primer año en procura de aplicar una fertilización eficiente y económica.

 Tal como se explicó, para el caso de la poda baja o recepa, la planta llega a perder la mayor proporción de raíces, esto hace que la capacitad de absorber los nutrientes del suelo también disminuya, asimismo, los requerimientos nutricionales serán muy bajos para una planta que ha perdido casi la totalidad de su parte aérea.

 Bajo estas condiciones perfectamente se puede suprimir la fertilización al suelo de las podas bajas durante el primer año. Esto implica a la vez un ahorro del insumo de mayor carga financiera sobre los costos de producción del café como es el fertilizante.

 De esta forma la nutrición de los hijos o rebrotes de las podas se pueden realizar solamente con aspersiones al nuevo tejido iniciando las atomizaciones luego de realizada la deshija o raleo de brotes que se efectúa tres o cuatro meses después de la poda dependiendo de las condiciones climáticas de la zona de cultivo (temperatura y precipitación).

 Por su parte, cuando se realiza el tipo de poda de ramas también llamado esqueletamiento, se requiere mantener un programa básico de fertilización nitrogenada, mientras que para las podas altas y descopes, el plan de fertilización establecido para la plantación debe mantenerse sin cambios desde el primer, ya que los cafetos con estos tipos de poda van a demandar nutrientes tanto para los requerimientos de la parte aérea remanente (productiva) como para el desarrollo de los nuevos crecimientos que son inducidos por medio de la poda.