Comunicaciones Técnicas de Café

Número 77 - Julio 2017

Ramírez Caficultura desde Costa Rica

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¿Cuál es el manejo que requieren los cafetales para 
la  implementación de la caficultura sostenible?

Ing. Jorge Ramírez Rojas
Consultor Experto en Café

Después de la época de los años setenta y ochenta donde prevaleció el cumplimiento del objetivo para la maximización de la productividad del cultivo de café, se comenzó a gestar un cambio importante en el manejo de los cafetales, mediante el replanteamiento de las tecnologías que requerían el uso intensivo de agroquímicos.

Se propuso por parte de algunos grupos y organizaciones la posibilidad de suprimir casi por completo el uso de tecnologías basadas en la aplicación de productos derivados de síntesis, dentro de las cuales se incluyeron los fertilizantes nitrogenados componente fundamental de los programas de nutrición mineral del cafeto, en todos los sistemas de cultivo dirigidos hacia la alta productividad y la rentabilidad de la empresa cafetalera.

Esta alternativa que se encontraba casi en el punto opuesto de lo que era la caficultura convencional, realmente no logró la aceptación de los productores, principalmente por la baja productividad de estos sistemas de cultivo, quedando únicamente como opción de interés para algunos productores que han lograron obtener contratos favorables, mediante la colocación de un producto obtenido prácticamente en ausencia del uso de tecnologías químicas.

Surgió entonces la posibilidad de implementar sistemas de cultivo desarrollados mediante un manejo más racional y equilibrado de los agroquímicos, con un componente de mayor protección del recurso suelo y del uso de una sombra regulada para generar condiciones más amenas para el cafeto, lo que favorece la creación de sistemas más productivos a largo plazo y que con la incorporación de otras iniciativas en la administración de la empresa cafetalera, se ha denominado caficultura sostenible.

 

EL MANEJO DEL CULTIVO QUE SUSTENTA LA CAFICULTURA SOSTENIBLE

La implementación de la caficultura sostenible se fundamenta en el desarrollo eficiente de tres formas principales de manejo del cultivo: conservación de suelos, uso de sombra regulada y racionalización en el uso de tecnologías químicas.

 

1. CONSERVACIÓN DE SUELOS

Las prácticas de conservación especialmente en suelos de ladera donde se encuentra gran parte de la caficultura, buscan sostener los niveles de capacidad de producción del suelo y conservar la fertilidad natural por el mayor tiempo posible.

Para lograrlo debe hacerse un manejo combinado con prácticas agronómicas y estructuras físicas de conservación. Estas prácticas deben mejorar las condiciones de producción y la resistencia de los suelos a los agentes de deterioro acelerado, principalmente la erosión hídrica.

 

Impacto de la erosión hídrica en caficultura

La erosión de los suelos es el desprendimiento y arrastre de las partículas finas que lo conforman ligado principalmente a factores hídricos o eólicos. La erosión es un proceso degradativo que modifica física y químicamente los sustratos heterogéneos del suelo.

En caficultura la erosión hídrica representa el principal agente de deterioro de los suelos. Es la pérdida de suelo causada por el impacto de las gotas de lluvia y por la energía del agua de escorrentía. La erosión se ve favorecida por la desprotección vegetal, por la pendiente y longitud del suelo, y por el uso y manejo inapropiados de este recurso. La mayor o menor erosión depende de la intensidad, la frecuencia y la duración de las lluvias, de la longitud y grado de la pendiente del terreno y de las características del suelo.

Formas de erosión hídrica.

Los daños directos causados por la erosión, son los que se manifiestan visiblemente en una finca y que pueden ocurrir aún por la acción de un solo aguacero fuerte. Entre los principales daños directos están: pérdida del suelo, compactación del suelo, arrastre de nutrimentos y reducción de la productividad.

Un objetivo principal a lograr en las fincas cafetaleras, es manejar “pérdidas tolerables” de suelo o niveles aceptables de erosión, lo que se entiende como la máxima cantidad de suelo que se puede perder por erosión, sin sufrir degradación excesiva a pesar del manejo del cultivo en forma permanente.

 

Técnicas de manejo y conservación de suelos

En las fincas cafetaleras se puede actuar sobre algunos de los factores que determinan la erosión hídrica y lograr así que ésta se mantenga en niveles tolerables. El conjunto de prácticas y medidas aplicado a un terreno en forma integrada constituye un sistema de manejo y conservación de suelos.

Los sistemas actúan sobre la resistencia del suelo a la erosión mediante un buen manejo que contempla: la protección por medio de prácticas culturales y el control del agua de escorrentía por medio de estructuras físicas que acortan el largo de la pendiente y reducen la magnitud de la erosión.

El buen manejo del suelo y las prácticas culturales adecuadas deben ser implementados en todos los sistemas de cultivo de café, mientras que las obras físicas de conservación serán realizadas cuando las primeras no logran mantener o aumentar la productividad del suelo, debido a una excesiva degradación por erosión.

 

Prácticas agronómicas

Se trata de un conjunto de prácticas de manejo agronómico que se realizan para disminuir la pérdida del suelo por erosión hídrica. Algunas de estas labores se vienen realizando desde hace muchos años, mientras que otras se han incorporado al manejo de las fincas más recientemente y se encuentran todavía en una etapa de adopción por parte de los productores.

Las prácticas agronómicas de conservación, ayudan a evitar que los suelos lleguen a perder su productividad y a mantener la calidad de las cosechas. Sin embargo, se requiere de una mayor continuidad en cuanto a la implementación y atención de estas prácticas en la finca cafetalera, las cuales son tan importantes como cualquier otra de las prácticas de manejo del cultivo.

Prácticas agronómicas de conservación de suelos.

Las principales labores de conservación de suelos por medio de manejo agronómico son: la siembra al contorno o en curvas a nivel, siembra de barreras vivas para retención y amarre del suelo, protección de taludes con especies rastreras para evitar desprendimiento de suelo y la selección e incorporación de malezas nobles como cobertura vegetal.

 

Estructuras físicas

Debido a la duración y alta intensidad de la precipitación, la escorrentía (agua sobrante de las lluvias que no alcanza penetrar el suelo) en muchos casos no puede ser manejada solamente por medio de prácticas agronómicas, sino que se requiere construir obras físicas de conservación para prevenir la pérdida de la productividad del suelo causada por la erosión hídrica.

Igualmente, a pesar de estar trabajando en terrenos semiplanos, si los subsuelos son impermeables con baja capacidad de infiltración, ocurre un exceso de agua superficial que debe ser retirada también mediante el uso de estructuras físicas, para evitar la erosión laminar o en surcos.

Es muy importante tener claro que las estructuras no incrementan el rendimiento de los cultivos; pero son útiles para mantener la productividad del suelo al proteger la capa superficial contra la degradación y la escorrentía, mediante la desviación del agua hacia un sistema de drenaje adecuado.

Estructuras físicas de conservación de suelos.

Se deben diseñar las estructuras físicas más adecuadas para impedir que el agua tenga que hacer todo el recorrido hasta ser evacuada al final del área de cultivo, ya que de ser así el agua llega a alcanzar mucho volumen y velocidad, lo que provoca la erosión. Por tanto, es necesario ir evacuando la escorrentía a intervalos a través de la pendiente.

Las principales estructuras físicas de conservación de suelos son: canales de guardia, canales de drenaje, acequias de ladera, terrazas de banco y terrazas individuales.

 

2. USO Y MANEJO DE SOMBRA REGULADA

El manejo de cafetales con sombra ha sido una de las formas de cultivo más tradicionales en muy diversas regiones cafetaleras. Inclusive en zonas que habían suprimido el uso de árboles de sombra para manejar el cultivo a plena exposición solar, hoy en día han incorporado de nuevo árboles en las plantaciones, mediante sistemas de cultivo más ordenados, procurando llevar a cabo una distribución apropiada para mantener cafetales productivos.

Las razones del retorno al manejo de cafetales con sombra son varias, ya que permite mantener sistemas de cultivo más equilibrados y sostenibles productivamente en el tiempo, en virtud del efecto regulador de la actividad de los cafetos bajo condiciones de un sombrío adecuado. Asimismo, el producto obtenido a partir de cafetales con sombra, ha tomado mayor valor y reconocimiento por su aporte a la biodiversidad y a la producción más amigable con el ambiente.

 

Relaciones de la sombra con el cafeto

Según sea la cantidad y calidad de la sombra así serán las características del sistema de cultivo, ya que el efecto del sombrío se relaciona con procesos fisiológicos tan importantes como la fotosíntesis, el crecimiento, las floraciones y fructificación de los cafetos.

Esto debido a los cambios que produce la sombra en el microclima de la plantación en cuanto a la disponibilidad de radiación solar, en relación con la temperatura del suelo, velocidad del viento y la evaporación. Se manifiesta además una influencia importante sobre el ciclo del agua, el aporte de materia orgánica, así como las características químicas, físicas y biológicas del suelo.

 

Características de los cafetales con sombra

El cultivo de café como una actividad a largo plazo se ve muy favorecido cuando las plantaciones se manejan con sombra. La sombra actúa como un seguro que regula el desgaste productivo de los cafetos a través de los años, y genera una condición más favorable que promueve la biodiversidad y la belleza escénica en los sistemas de cultivo.

Para implementar el manejo de sombra bajo el concepto de café sostenible, es muy importante tomar en cuenta la necesidad de mantener una sombra regulada, de tal forma que se pueda garantizar la captación de la radiación solar necesaria para la actividad fisiológica que permita una buena productividad.

Modalidades de cultivo de café con sombra.

El componente arbóreo debe estar preferiblemente conformado por varias especies de árboles que estarán generando un dosel heterogéneo sobre la plantación, donde todo el proceso de restitución, renovación o repoblación de árboles que pueda necesitar el sistema, se realiza de manera sencilla y dinámica, dado que los cambios pueden realizarse según convenga con las mismas especies, lo mismo con otras y en el momento más apropiado.

Bajo estas condiciones los requisitos más puntuales que deberán cumplir los árboles de sombra son los siguientes:

• Buena adaptabilidad a las condiciones ecológicas de la zona.

• Crecimiento rápido y buen fuste.

• Poca competencia para las plantas de café.

• No ser atacados por las mismas plagas y enfermedades que afectan al café.

• Generar un mantillo que no altere marcadamente la reacción el suelo (pH).

• Sin efectos alelopáticos negativos hacia los cafetos.

 

El manejo de sombra regulada en la plantación

El porcentaje de sombrío en la plantación debe ser alrededor de 40-45% para propiciar el paso de radiación solar suficiente para favorecer una buena diferenciación productiva. El uso excesivo de sombra en el cafetal puede llegar a provocar una significativa disminución del potencial productivo del sistema, al generar un desequilibrio favorable hacia la diferenciación vegetativa en detrimento de la producción.

Lo más conveniente es colocar los árboles de sombra en la misma hilera de los cafetos. Como las especies posibles de incorporar a los cafetales varían en cuanto su porte, forma de las ramas y tipos de hojas; es importante tener una referencia general de cantidad de árboles a sembrar por unidad de área, por tanto se puede considerar bajo manejo de café sostenible la posibilidad de trabajar con un rango de densidades que puede ir de 50 a 150 árboles por hectárea, dependiendo de las condiciones ecológicas de la zona y de las características de las especies de sombra.

Manejo de sombra regulada.

Los árboles de especies como Ingas, Erythrinas y otras Fabaceas, permiten un manejo de regulación en su desarrollo mediante una práctica anual de raleo de las ramas, mientras que otras especies que no responden adecuadamente a este manejo, es preferible dejarlas a libre crecimiento por un tiempo más prolongado. Lo importante es que el productor tenga claro la importancia de procurar una condición de equilibrio en cuanto a la influencia de sombrío en el cafetal y a la inconveniencia de permitir el desarrollo de un sombrío excesivo.

Como parte de una adecuada disposición de los árboles en la plantación, es necesario conservar espacios suficientemente amplios entre los árboles de mayor fuste que estarán conformando el estrato superior del dosel, mientras que en los espacios con poca influencia de sombrío se pueden establecer algunos árboles y arbustos de fácil manejo que permitan mantener una regulación apropiada de la sombra mediante podas y raleos anuales.

 

3. USO RACIONAL DE TECNOLOGÍAS QUÍMICAS

Es un aspecto fundamental y estrechamente ligado con el concepto de eficiencia en la atención del cultivo, de tal forma que sin llegar a suprimir del todo el uso de agroquímicos importantes para el manejo eficiente del cultivo de altos rendimientos, tales como la fertilización, control de plagas y enfermedades; si se pueda bajar significativamente las cantidades empleadas de estos insumos.

La fertilización química puede ser realizada con productos formulados para limitar en lo posible las altas pérdidas por volatilización y lixiviación, realizar la aplicación de fertilizantes en el momento más oportuno en relación con la etapa fenológica del cultivo y el estado de humedad del suelo.

Asimismo, con el complemento de la aplicación de materiales orgánicos ricos en algunos nutrientes, se puede lograr una reducción aún mayor en la cantidad de fertilizante químico aplicado, aspectos que van a permitir reducir el volumen total de fertilizantes de síntesis utilizados, manteniendo siempre la buena nutrición del cultivo

En cuanto al control de plagas y enfermedades, es de gran importancia que se pueda poner en práctica el concepto del manejo integrado, donde los productos insecticidas y fungicidas sean utilizados solamente en ciertas etapas de manejo del cultivo y únicamente en casos estrictamente necesarios.

De esta forma se estará implementando más el uso que otras estrategias de control, como la siembra de variedades resistentes, el uso de productos de origen biológico, trampas para insectos, entre otras, las cuales pasan a constituirse en parte importante de los programas de control, disminuyendo la dependencia del uso de los agroquímicos para el cultivo.

Referencia:

Ramírez J.E. 2009. Hacia la Caficultura Sostenible. 216 p.