Comunicaciones Técnicas de Café

Número 95 - Noviembre 2018

Ramírez Caficultura desde Costa Rica

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Aspectos de manejo que afectan la cantidad de floración  del cafeto y que el productor debe conocer

Ing. Jorge Ramírez Rojas
Consultor Experto en Café

Defoliación causada por roya

Problemas nutricionales

Cafetales muy adensados

Exceso de sombrío

Introducción

En función de importancia de los temas relacionados con el proceso de floración en el ciclo productivo del cafeto, estos deberían ser tratados con mayor frecuencia en las actividades de capacitación que se brinda a los productores de café. Varios aspectos de manejo del cultivo afectan el proceso de floración, el cual no se concreta solamente al evento de antesis o apertura floral, sino que se trata de un proceso que se extiende por varios meses y que resulta fuertemente influenciado por algunas prácticas agronómicas y atención que requiere el cultivo.

Sin embargo, es notoria la ausencia del tema de la floración del cafeto en la agenda de las charlas que se ofrece a los productores, a pesar de su importancia para ayudar a comprender mejor el desarrollo de sus diferentes etapas y el impacto que tiene el manejo del tejido, nutrición mineral y el control de enfermedades respecto al desarrollo floral y la preparación de la cosecha.

 

Formación de las flores del cafeto

Tomando como referencia el manejo del cultivo bajo condiciones de periodo seco y lluvioso bien definidos, con el inicio de las lluvias y por varios meses se hace evidente el crecimiento de ramas y la formación de hojas nuevas en la planta, para después dar paso al inicio de la fase reproductiva por medio del proceso de floración.

Este proceso se desarrolla a través de diferentes etapas (inducción, iniciación, diferenciación, abotonamiento, latencia y apertura floral) que van ocurriendo en secuencia durante varios meses. Cabe señalar que factores climáticos en particular la precipitación tiene mucha participación en el proceso especialmente cuando los botones florales se encuentran en estado de latencia donde las lluvias juegan un papel decisivo como inductor de la antesis o apertura floral.

Sin embargo, muchas de las fases anteriores a este evento de gran relevancia para la preparación de la cosecha, son menos conocidas por los productores a pesar de ser determinantes para el aprovechamiento del potencial productivo del cafeto a través de un adecuado manejo de la plantación, debido a su relación con la cantidad de floración que resulta determinante para la producción.

Una vez que los nuevos crecimientos han alcanzado el punto de madurez fisiológica entre los meses de setiembre y noviembre, ocurre el proceso de diferenciación del tejido reproductivo y la formación de las yemas florales que luego se desarrollan hasta cierto tamaño y luego permanecen en reposo o latencia en espera de las llamadas lluvias de floración. Durante estas etapas varias prácticas de manejo del cultivo destacan por su importancia sobre el proceso productivo a través de la floración.

 

Aspectos de manejo que afectan el desarrollo floral

Defoliaciones causadas por enfermedades fungosas como ojo de gallo y roya, nutrición inadecuada por falta de fertilización, cafetales muy adensados y exceso de sombrío en la plantación, son factores ligados al manejo del cultivo que afectan directamente la diferenciación productiva y reducen muy significativamente la preparación de cosecha para el siguiente periodo. Se trata de aspectos fitosanitarios, nutricionales y de prácticas agronómicas que influyen decisivamente sobre la cantidad de floración y por tanto sobre el potencial de cosecha del cafeto.

 

1. Defoliaciones inducidas por enfermedades fungosas

En condiciones normales mientras el fruto está alcanzando el punto de madurez fisiológica en la planta, en la parte de las ramas donde a la vez se están desarrollando los nuevos tejidos productivos, comienza a ocurrir el proceso de diferenciación que es determinante para la nueva cosecha, ya que en esta etapa el tejido se diferencia como vegetativo o reproductivo, donde lo deseable es que se establezca una condición de equilibrio fisiológico que permita a la planta mantener tanto un buen follaje como una buena preparación de cosecha, aspecto del mayor interés para el productor.

Cuando la falta de atención para el control de enfermedades fungosas como roya y ojo de gallo provoca una alta incidencia de de alguna de estas enfermedades, la gran cantidad de lesiones en las hojas termina provocando severas defoliaciones en la planta (caída de hojas). En estas condiciones el cafeto sufre un severo estrés que lo obliga a variar el patrón fisiológico normal con prioridad hacia las actividades de sobrevivencia y recuperación en detrimento de la preservación del tejido nuevo, las ramas se secan parcial o totalmente y el proceso de preparación de cosecha se ve interrumpido de manera irreversible, sobreviene un agotamiento prematuro y una proporción muy importante de la cosecha potencial llega a perderse en proporción a la defoliación y la muerte de tejido.

 

2. Baja nutrición por falta de fertilización

Una adecuada nutrición del cafeto por medio de la fertilización es determinante para el buen crecimiento y producción del cafeto. La planta debe llegar a la época de diferenciación productiva con buen desarrollo de tejido nuevo y necesita mantener suficientes reservas para asegurar la buena condición nutricional para que los primordios florales en las axilas puedan continuar creciendo y alcancen el abotonamiento en espera de las lluvias de floración.

Cuando la fertilización falla la planta pierde potencial de desarrollo, limita su crecimiento y manifiesta diferentes disturbios fisiológicos por falta de nutrición adecuada. En estas condiciones la planta redirecciona la prioridad de la actividad fisiológica hacia sobrevivencia, donde el desarrollo y mantenimiento de la cosecha potencial se ve severamente limitado, y aunque siempre habrá cierta cantidad de preparación, la diferencia entre el potencial productivo de la planta y la cosecha real se hace demasiado amplia en detrimento de la producción rentable.

 

3. Diseños de siembra que causan mucho adensamiento

La relación clima-suelo-cultivo es determinante para establecer los diseños de siembra que mejor conviene manejar para asegurar que en la plantación se pueda favorecer una buena diferenciación productiva. La distribución de las plantas en el campo respecto a las distancias de siembra entre hileras y entre plantas es determinante para favorecer una adecuada entrada de luz en la plantación para generar una buena vocación productiva del cafeto

El establecimiento de muy altas densidades de siembra en plantaciones de café manejadas en condiciones de clima y suelos no aptas para mantener el cultivo adensado, provoca ambientes muy “cerrados” de follaje en la plantación, menos disponibilidad de radiación solar que limita fuertemente la diferenciación productiva y obliga al productor a la implementación de un manejo de podas drásticas en plantaciones que deberían aportan varios años de cosecha adicionales antes de iniciar con esta práctica.

 

4. Exceso de sombrío

Son bien conocidas las ventajas del cultivo de café con sombra principalmente cuando se procura promover el concepto de la caficultura sostenible. Sin embargo, el exceso de sombrío sobre las plantaciones afecta notablemente la preparación de cosecha cuando la proporción de sombra sobre el cafeto excede ciertos límites. Por eso se debe mantener un manejo de sombra regulada cuya época, frecuencia e intensidad debe estar en función de las condiciones ecológicas de la zona de cultivo.

El cafeto desarrollado en condiciones de mucha sombra verá limitada la captación de la radiación solar suficiente para alcanzar un adecuado equilibrio entre diferenciación vegetativa y reproductiva, lo que reduce la cantidad de floración que va a presentar meses después. Los cafetales donde se mantiene un denso sombrío durante la segunda mitad del periodo lluvioso (agosto-noviembre) muestran una inconveniente tendencia hacia la diferenciación vegetativa en detrimento de la preparación de tejido productivo.